jueves, 22 de noviembre de 2012

SPAIN. ESPAÑA. ANDALUCÍA. MÁLAGA. LA AXARQUÍA. ALFARNATEJO. CORTIJO DE ALÉS

SPAIN. ESPAÑA. ANDALUCÍA. MÁLAGA. LA AXARQUÍA. ALFARNATEJO. CORTIJO DE ALÉS

No solo de espárragos silvestres vive el hombre. El cultivo del olivo desde hace siglos ha hecho que hoy podamos disfrutar de algunos "olivos monumentales", que no solo son un recurso económico para sus propietarios, sino que pasan a formar parte de nuestro patrimonio cultural, paisajístico... Este blog nos da una idea de lo que significa el olivo en el mundo mediterráneo. Gracias a Manel Armengol por ello.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Aclarando conceptos

Si hacemos alguna búsqueda en la red sobre los espárragos, el término más usual que nos podemos encontrar es el de espárragos trigueros, pero en numerosas ocasiones se utiliza de manera inadecuada. Con frecuencia, se asimila al espárrago verde, contraponiéndolo al espárrago blanco, como el otro espárrago que se cultiva; en otras ocasiones, los espárragos trigueros se identifican con todos los espárragos silvestres, en contraposición a los espárragos cultivados. Sin pretender sentar cátedra, intentaré aclarar los conceptos.

En mi tierra, en Canena, en la Loma de Úbeda, y hablando de los espárragos del campo, de  los silvestres, siempre hemos distinguido los espárragos de pan de los espárragos de piedra; en Córdoba, esta distinción es entre trigueros y amargueros. Por tanto, entre los espárragos silvestres de esta zona geográfica, y yo diría que al menos de gran parte de Andalucía, Extremadura y Levante, hay que distinguir los espárragos trigueros o de pan de los espárragos de piedra o amargueros (conocidos en otras zonas como espárragos de peñas). Los primeros se denominan científicamente Asparagus acutifolius L. y los segundos Asparagus albus L.

 Asparagus acutifolius (triguero o de pan)






Asparagus albus (amarguero o de piedra)




Hay bastantes diferencias entre ellos. Las plantas, las esparragueras, son distintas, las de piedra más espinosas, más leñosas, lo que hace que cuando se entrelazan sus ramas resulten casi impenetrables, de un color verde grisáceo, mientras que las trigueras son de un tono más oscuro, verde azulado, y los espárragos suelen ser también de un verde más oscuro (en algunos lugares los llaman espárragos negros), aunque el color de los espárragos en ambos casos depende de dónde estén: si están al pie de un árbol o matorral, entre hierbas altas o en general en sitios en que la luz del sol apenas les da directamente, tienen un verde más claro y si están expuestos directamente a la luz solar, son más oscuros. En el sabor hay matices, siendo quizá los espárragos trigueros un poco más tiernos y menos amargos.

Hay también diferencias significativas en cuanto  a la época del año en que se recolectan y a su hábitat. Los amargueros comienzan a salir tras las primeras lluvias del otoño; si estas primeras lluvias de la temporada, de septiembre a octubre, son abundantes, en unos días, con el calor de la tierra acumulado en el verano y las temperaturas templadas de estos meses, brotan los primeros espárragos, que se pasan, "se suben" (se vuelven espinosos y pasan a hacerse esparragueras) en pocos días, debido a las altas temperaturas y pueden alargarse más o menos días en función de cómo venga el tiempo (en este año, por ejemplo, duran ya más de un mes, porque desde finales de septiembre ha llovido bastante, y desde mitad de octubre a mitad de noviembre no han dejado de salir espárragos, aunque ya están parando),  para después paralizarse prácticamente con los primeros fríos del otoño, hasta que, si el tiempo acompaña y dependiendo de la lluvia caída, comienzan a salir de manera continuada a partir de diciembre hasta el final de la temporada de lluvias, en primavera. En su último periodo coinciden con los espárragos trigueros, ya que estos no salen hasta la primavera, a partir de febrero o marzo y hasta mayo, aunque en este mes, cuando ya el calor aprieta, son de peor calidad (ya dice el refrán "los espárragos de abril pa mi y los de mayo pa mi caballo" o  en otra versión "los espárragos de abril, para mi; los de mayo, para el amo y los de junio, para el burro"); esporádicamente, se pueden encontrar algunos espárragos de pan a principios de otoño, cuando todavía no ha apretado el frío (este año, por ejemplo, he encontrado alguno excepcionalmente a principios de noviembre). En cuanto a su hábitat, su nombre ya nos da la pista de cuáles son las áreas más comunes donde se desarrollan. Los de piedra prefieren los terrenos calizos y pedregosos, las esparragueras forman matas, muy espesas, creciendo los espárragos parte en su interior, siendo poco accesibles, y parte por fuera; en épocas de buena producción, cuando se encuentran esparragueras en las que no se han cortado espárragos durante varios días, se pueden encontrar 15 o 20 espárragos en cada "mata"; en términos generales, se desarrollan en tierras no cultivadas, adehesadas. Los espárragos de pan o trigueros tienen una distribución más amplia, pues suelen convivir con los de piedra, pero son exclusivos de las tierras de campiña, de "pan llevar". Su nombre proviene probablemente de cuando se labraban las tierras para sembrar cereales, eliminando las esparragueras del terreno, pero sin acabar con las raíces, lo que provocaba que en la primavera brotaran los espárragos cuando el trigo todavía no había crecido; en la actualidad, las labores agrícolas más profundas han eliminado casi totalmente las esparragueras de las áreas cultivadas, y solo se mantienen en los ribazos, en las lindes de los caminos... En la provincia de Córdoba, los espárragos de piedra crecen en la zona norte de la provincia, en Los Pedroches y Sierra Morena, y en el sur, en las Sierras Subbéticas. Los trigueros lo hacen prácticamente en la totalidad de la provincia, incluida La Campiña, si bien en algunas áreas donde predominan los de piedra su presencia es escasa. En mi tierra, en la Loma de Úbeda y El Condado, el río Guadalimar hace de frontera entre las tierras donde hay espárragos de piedra, al norte del río, que desaparecen al sur del mismo, donde solo crecen espárragos de pan.

También hay otras especies de espárragos silvestres, como es el caso del Asparagus maritimus, que se cría sobre todo en arenales costeros y próximos a la costa, pero como apenas los conozco quedan aquí solo citados.

Pasemos ahora a los espárragos cultivados, precedentes del Asparagus officionalis L., en los que se distinguen los espárragos blancos y los espárragos verdes, simplemente por el modo de cultivarlos. Son espárragos más gruesos y menos amargos, pudiéndolos encontrar en el mercado en cualquier época del año.
 Asparagus officionalis


Otra variedad es la conocida como espárrago plumoso, Asparagus setaceus, utilizada en jardinería, como planta ornamental y para confección de ramos como relleno. Es de tallos finos y verticales, disponiéndose sus ramas en diferentes niveles y en posición horizontal.

 Asparagus setaceus


Un caso especial es el de los espárragos de Huétor Tájar. Según la web del consejo regulador de la denominación específica del espárrago de Huétor Tájar, se considera un cruce natural entre la esparraguera cultivada Asparagus officinalis L. (25%)y la silvestre Asparagus maritimus L. Mill.(75%), y se enmarca dentro del mismo grupo botánico que aglutina varias especies de espárragos silvestres o también llamados “Espárragos Trigueros”.

ORIGEN Y CALIDAD  Espárragos de Huétor Tájar

lunes, 29 de octubre de 2012

Un acebuche singular





Mis salidas al campo a buscar espárragos más frecuentes son a la zona entre Madinat al-Zahra y las Cuevas del Pino, éstas situadas al norte de Villarrubia, junto al canal del Guadalmellato. Entre ambas calculo que habrá una distincia de 2,5 kilómetros aproximadamente. Es una zona que tiene muchos valores paisajísticos, con numerosas huellas de la actividad humana, con restos arqueológicos muy interesantes. Buscar espárragos en estos parajes me ha permitido no solo encontrarlos, sino descubrir (mejor encontrar) otros hallazgos de interés, como este acebuche impresionante, digno de ser incluido en el inventario o catálogado de árboles singulares de Córdoba, a cuyos pies se encuentra un nacimiento de agua y unos abrevaderos, hoy sin uso. Es una zona de afloramientos rocosos, de las biocalcarenitas que han servido de material constructivo de los edificios de Córdoba, explotados como canteras desde la antigüedad. Aparte de las propias Cuevas del Pino (posiblemente canteras de origen romano), hay huellas de extracción de piedra en varios lugares, destacando las canteras de Alamiriya.

lunes, 22 de octubre de 2012

Vamos al campo


Bienvenidos a mi blog. Lo he llamado así por una de mis mayores aficiones, buscar espárragos, como un reconocimiento a esta actividad recolectora, que a lo largo de la historia debió servir de sustento a tanta gente y que aún hoy se sigue practicando, no solo por placer, sino por necesidad, en algunos casos, y más en estos últimos años, en los que el incremento del paro ha hecho que alguna gente vuelva a explotar recursos a los que se prestaba poca atención, aunque no se habían abandonado. Buscando espárragos se conjugan el deporte, la naturaleza, el patrimonio natural y cultural... Yo lo he hecho desde pequeño, cuando unas veces toda la familia y otras solo los varones nos íbamos de espárragos a las zonas adehesadas y montuosas próximas al río Guadalimar, hoy en buena parte cubiertas por el pantano de Giribaile, en Jaén, entre la Loma de Úbeda y El Condado. Ahora resido en Córdoba, donde abundan los espárragos en las dehesas del piedemonte de Sierra Morena, ricas también en otros recursos, que he encontrado en mis paseos por ellas y que os iré dando a conocer. La imagen que acompaño no es de ahora (aunque ahora, con las lluvias de finales de septiembre, han crecido los primeros espárragos de la temporada), sino de hace casi dos años, de un día especialmente fructífero en el que debí coger entre 6 y 7 kilos.